top of page

EMILIO DI PACE entre sabores, el legado y la pasión.

Dicen que la cocina es un lenguaje universal, pero en el caso de Emilio Di Pace, es también un legado familiar y una forma de vida. Chef italiano de tercera generación, pizzaiolo de

alma y creador de DI PACE en Toluca y DI PACE Pizza Napoletana en Guadalajara, Emilio no solo representa la tradición gastronómica de su apellido: la reinventa desde el corazón.

Desde pequeño, creció entre hornos, masas y conversaciones sobre recetas en casa de su padre, también chef. La cocina no fue una elección tardía ni una moda pasajera: fue su entorno natural. “Crecí dentro del restaurante de mi papá. Desde niño ayudaba en la cocina, y sin darme cuenta, fui heredando esa pasión que se vive más allá del plato”, nos cuenta Emilio con una sonrisa.

Aunque la cocina italiana es su día a día —la que lleva en la sangre y la  que da  forma a  sus restaurantes—, su  apetito creativo no se  detiene ahí. La  comida asiática, por  su  fusión de  sabores,   y la árabe, por su historia familiar, son cocinas que también lo enamoran. “La asiática me encanta, aunque la cocino más para mí y para mi gente cercana. Profesionalmente, encontré en la italiana una forma de vida que va más allá del gusto: se convirtió en mi identidad”, confiesa.

 

Pero el camino del chef no ha sido solo sazón y éxito. A los 27 años, enfrentó un episodio crítico de salud: una pancreatitis aguda provocada por estrés extremo. “Fue una llamada de atención muy fuerte. Me hizo entender que el cuerpo también cobra factura cuando uno vive con tanta presión constante. No comía bien, dormía poco y todo giraba alrededor del servicio y la cocina.” A partir de ahí, Emilio cambió su perspectiva: comenzó terapia psicológica, mejoró su nutrición y abrazó una vida más equilibrada.

 

Su formación internacional también marcó su estilo. Aunque inició su carrera en México, fue en París donde se refinó profesionalmente: “Estudiar gastronomía en Francia me dio muchísima disciplina y técnica. Son muy rigurosos, muy formales... algo completamente distinto al calor mexicano o italiano, pero que me ayudó a construir una base sólida para mi cocina actual.”

 

En DI PACE, Emilio mezcla todas sus influencias: la estructura francesa, la calidez mexicana y la tradición italiana. Pero lo que más le importa no está en la receta, sino en la emoción. “No cocino tanto para mí como para otros. Ver a alguien sonreír después de probar un platillo es la mayor satisfacción que me da esta profesión.”

 

A sus treinta y dos años, Emilio Di Pace no solo lidera una cocina: lidera una historia que honra el pasado y abraza  el  presente. Una historia de fuego, sabor y alma. Una historia que apenas comienza.

DI PACE, RISTORANTE E PIZZERIA un rincón de Italia en Toluca


Hablar de DI PACE es hablar de una misión muy personal. Para Emilio, su restaurante nació de una necesidad: “Después de que mi papá cerró su restaurante, me costaba encontrar comida italiana auténtica. Lo que yo había probado toda mi vida ya  no existía. Así que dije: si no  lo encuentro, lo creo”. Y así, en 2017, abrió DI PACE, un homenaje viviente a su cultura, a su historia y a la cocina italiana sin tropicalización, sin atajos.


Desde el principio, el concepto fue claro: llevar a la  mesa   una  experiencia   italiana   verdadera. No se trataba de adaptar recetas al paladar local, sino de invitar al comensal a viajar a Italia sin salir de Toluca. Eso implicó un camino más lento, pero más genuino. “La gente al principio no entendía ciertos sabores. Pero  una  vez  que confió en nosotros, esa misma gente se convirtió en parte de nuestra historia”.

 

Emilio no se detuvo y decidió expandir su sueño a Guadalajara en julio del 2024. Ahí nació DI PACE Pizza Napoletana, ubicado en una casona en pleno centro de la ciudad. No fue fácil —“en Guadalajara hay 25  pizzerías por colonia”,  nos dice entre risas—, pero logró posicionarse gracias a su propuesta disruptiva en una zona llena de oferta local.


-¿Y qué sigue para un chef que no se conforma? La respuesta es LA CHIESA DI PACE  (La  Iglesia  de la Paz), un bar europeo que abrirá muy pronto en Toluca. “LA CHIESA nace de otro capricho: el de tener un espacio donde podamos jugar, crear, explorar sabores sin salirnos de lo que  DI PACE representa”, cuenta Emilio. Este nuevo concepto mezcla coctelería, música en vivo, cocina de inspiración europea y colaboraciones con otros chefs y proyectos locales. En un ambiente vibrante y acogedor, pensado para celebrar la alegría de estar juntos y convertir cada visita en una experiencia memorable.

“No es un bar italiano, es un  Soft  European Bar. Vamos a tener desde catas estilo pub londinense hasta noches de jazz y blues. Es como un laboratorio de creatividad, donde puedo divertirme, experimentar y abrirme a nuevas expresiones culinarias que no caben en el restaurante”, dice con emoción.


Y la visión no termina ahí. Emilio forma parte hoy de la mesa directiva de  la  Asociación Italiana de Chefs  en México,  con  planes  de abrir en Val’Quirico la primera escuela oficial  de cocina italiana del país. Además, colabora con marcas como La Moderna, convencido de que Toluca —su casa— tiene todo para destacar como una capital gastronómica si se apuesta por el talento y la autenticidad.

 

Para Emilio Di Pace, cocinar no es  solo poner un plato en la mesa. Es contar una historia. Una que empezó con su abuelo, cruzó fronteras, venció obstáculos, y hoy sigue escribiéndose con pasión, disciplina y mucho corazón.


Commentaires


bottom of page