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Thalía Solís - Liderazgo con corazón y orgullo mexicano


En cada ciudad hay mujeres que inspiran, que transforman su entorno con acciones que hablan más que las palabras. En Almoloya de Juárez, esa mujer es Thalía Solís, presidenta del DIF, quien ha logrado combinar su compromiso con la comunidad con un profundo amor por sus raíces mexicanas. Detrás de su cargo hay una mujer que se define primero como madre, hija y amiga, pero también como un ejemplo de liderazgo que nace del corazón y del sentido de pertenencia a su tierra.



Para Thalía, el orgullo de ser mexicana va más allá de las celebraciones patrias: es la fuerza que impulsa su trabajo diario, la pasión que la motiva a escuchar, comprender y abrir caminos para quienes más lo necesitan. Cada decisión que toma está guiada por la empatía, el respeto y el servicio, valores que le fueron inculcados desde niña y que hoy se reflejan en su labor con las familias del municipio.En esta edición especial, que celebra nuestras tradiciones y el amor por México, Thalía nos invita a conocer su esencia, sus valores y la manera en que su vida personal se entrelaza con su compromiso social. Su historia nos recuerda que empoderar no significa solo ocupar un cargo, sino conectar con las personas, inspirarlas y construir un futuro mejor, siempre con orgullo de ser mexicana.



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La mujer detrás del cargo


“Detrás del cargo, soy simplemente Thalía”, nos dice con cercanía. Para ella, la familia es su refugio y su mayor fuente de inspiración. “Me defino como una mujer resiliente y apasionada, que busca aprender y crecer cada día. Como madre, soy protectora, amorosa y comprometida con dar el mejor ejemplo. Como hija, valoro profundamente la gratitud y el respeto hacia mis padres y su historia. Y como amiga, me esfuerzo por ser leal, empática y estar presente en los momentos importantes. En cada uno de esos roles, busco vivir con autenticidad y dejar huella positiva en quienes me rodean” agrega.


Los valores que le inculcaron desde niña—empatía, respeto y servicio—siguen guiando su vida y su labor. Una experiencia marcada por la vulnerabilidad de una familia le enseñó que su propósito va más allá de lo personal: servir a los demás es la verdadera riqueza.Equilibrar la vida profesional con la personal no siempre es fácil, pero Thalía tiene claro dónde recarga energías: “Cuando llego a casa dejo atrás el cargo y me entrego por completo a mi familia. Un abrazo, una sonrisa, una palabra de agradecimiento... eso me recuerda que todo vale la pena”.

Orgullo mexicano: Raíces que inspiran, acciones que transforman


Ser presidenta del DIF ha significado aprender a escuchar y comprender historias únicas. “Cada persona tiene una historia diferente. No hay soluciones genéricas para problemas específicos”, comenta. Su brújula diaria es la empatía, que le permite actuar con corazón y construir soluciones reales.


“El mayor reto ha sido acercar el DIF a cada comunidad, especialmente a las más alejadas, y asegurar que el apoyo llegue a quienes más lo necesitan. Ha requerido coordinación, empatía

y mucha determinación, pero cada sonrisa y mejora en la vida de las familias hace que valga la pena”.


Los logros de su gestión son visibles: programas de apoyo que mejoran la calidad de vida de familias vulnerables, colaboración con asociaciones civiles y un equipo comprometido. Sus prioridades para lo que resta de su administración siguen claras: atender a adultos mayores, personas con discapacidad y mujeres en situación vulnerable, sin dejar a nadie atrás.

“Me dedico al servicio público porque creo firmemente que trabajar para la comunidad es una de las formas más valiosas de transformar realidades. Para mi, servir no es solo cumplir una función, es escuchar, entender y responder a las necesidades de las personas, buscando siempre el bienestar común. El servicio público me permite aportar soluciones, generar oportunidades y dejar una huella positiva que trascienda más allá de mi paso por un cargo. Es un compromiso con Almoloya”.


Orgullo mexicano y compromiso social


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En el marco de este especial patriótico, Thalía nos comparte su amor por México: “Ser mexicana es un privilegio. Tenemos una historia de valentía, tradiciones y resiliencia que nos une y nos inspira a trabajar por un mejor país”.


Desde el DIF, busca fortalecer la identidad nacional promoviendo nuestras tradiciones y cultura, enseñando a las nuevas generaciones a amar nuestra historia, música y folclore. En su hogar, septiembre se vive con música, gastronomía tradicional y un ambiente festivo, celebrando lo que nos hace únicos como mexicanos.


Su inspiración también proviene de mujeres valientes que han luchado por los derechos de todos, dejando un legado de fortaleza y resiliencia. Estas mujeres son un recordatorio constante de que el empoderamiento y la transformación social comienzan con compromiso y corazón.


Y su mensaje para las nuevas generaciones es claro y emotivo: “Amen su patria, honren su historia y no se rindan. Ustedes son el futuro de México, y con pasión y fuerza pueden construir un país del que todos nos sintamos orgullosos”.




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